Llorando y con impotencia está Íngrid Rojano Sandoval, la mamá de José Manuel Chiquez Rojano, el joven asesinado la noche anterior cuando trabajaba en un establecimiento de Supergiros en el barrio Costa Hermosa del municipio de Soledad.

La mujer pide a las autoridades que el crimen de su único hijo varón no quede impune.

"Yo le había dicho que se saliera de ese trabajo porque no le convenía por los comentarios que había escuchado de esa empresa. Mi hijo no debía pagar por algo que él no tenía nada que ver", dijo Ingrid en medio de lágrimas.

La mujer envío un mensaje también a la familia de la vendedora de chance asesinada anoche en Juan de Acosta.

"De pronto nos escapamos de la justicia humana, pero de la justicia divina no. Dios es justo. Así como me quitaron a mi hijo sé que hay otra familia que está pasando por el mismo dolor y pido a Dios que también le de fortaleza como me la da a mí", dijo.

Pidió al mismo presidente Juan Manuel Santos ponerse al frente de esta situación.

"Le pido a las autoridades, al presidente, al mismo Gobierno Nacional que así como ellos gastan tanto dinero en cosas no beneficiosas, que también gasten en la seguridad del ciudadano de Colombia. No es justo que personas jóvenes sean asesinadas. En el caso de mi hijo deja a su esposa de 7 meses de embarazo. No conoció a su hija. Que el gobierno se apersone de todas estas cosas", reiteró.

José Manuel fue asesinado de dos disparos por un sujeto que llegó a la sede de Supergiros, en Costa Hermosa. 

El joven, de 28 años, laboraba para tener dinero para sostener a su mamá, a su esposa embarazada y a sus dos hermanitas de 7 y 10 años.

La Policía impartió órdenes en la mañana de hoy a todas las patrullas de Barranquilla y su área metropolitana realizar controles de vigilancia a las sedes de Supergiros para evitar otro hecho que lamentar.